Encuentro de mujeres lideresas de la gestión comunitaria del agua


 

Encuentro de lideresas comunitarias del agua

 

El pasado viernes 23 de febrero se realizó el encuentro de mujeres lideresas de la gestión comunitaria del agua, donde participaron alrededor de 40 mujeres que trabajan en ASADAS de diferentes zonas del país, así como mujeres que desarrollan funciones en instituciones y organizaciones vinculadas como AyA, ARESEP, la Universidad Nacional, la Universidad de Costa Rica, CEDARENA, entre otras.

 

El encuentro permitió reflexionar sobre las diferentes brechas de género que se expresan en la vida y el trabajo que realizan las mujeres en defensa de los bienes naturales, y especialmente, en la gestión y protección del recurso hídrico.

 

Un aspecto importante sobre el cuál se desarrolló un diálogo con las participantes, fue sobre la falta de oportunidades en acceso a educación y capacitación técnica, ligadas a los estereotipos de género presentes en nuestra sociedad, que limita la participación de las mujeres en labores técnicas asociadas históricamente a roles de género masculinos.

Esto se ha traducido  -por mencionar  ejemplos planteados durante el encuentro- en que hoy en día la mayoría de personas fontaneras sean hombres y que las mujeres que se proponen desempeñar dicha tarea, se encuentren con diversas limitaciones para ejercer sus funciones y ser contratadas. O bien, quienes deciden desarrollar una carrera profesional en el área de ciencia y tecnologías, se enfrenta a diferentes barreras que les demanda doble o hasta triples esfuerzos en comparación con los hombres para demostrar sus capacidades, la validez de su conocimiento, y desarrollarse profesionalmente en ambientes libres de discriminación.

 

Así mismo, la mayoría de los puestos ocupados por las mujeres en las ASADAS representan los puestos administrativos, que son de suma importancia, pero que reflejan que se sostiene una división social del trabajo asociada a los estereotipos de género.

 

La sobrecarga del trabajo no remunerado en manos de mujeres y la falta de acceso a tiempo libre para el desarrollo profesional y personal también ha significado una brecha de desigualdad que impide una participación en igualdad de condiciones con los hombres en la gestión local del agua. Es necesario el reconocimiento social de las funciones asociadas al cuidado, de modo que se desarrollen las medidas afirmativas necesarias que permitan a las mujeres integrarse de forma plena en los procesos de capacitación y participación.

El diálogo entre mujeres contribuyó a visibilizar que la participación de mujeres en la gestión del agua ha sido fundamental para promover el desarrollo local y el acceso al agua de cientos de comunidades. Su dedicación y compromiso con el bienestar colectivo, con el medio ambiente, y con su desarrollo personal, han sido motores clave para continuar trabajando en el tema, a pesar de las formas de discriminación que han enfrentado.

Las participantes destacaron la sororidad como un compromiso fundamental, que ha incidido en los alcances realizados por las mujeres lideresas en la gestión del recurso hídrico y reiteran la necesidad de seguir construyendo prácticas sororas entre mujeres, para continuar rompiendo las barreras que persisten en las familias, comunidades, en las organizaciones y en la institucionalidad; pero que son posibles de transformar con el compromiso de todos y todas; para contribuir a un verdadero desarrollo sostenible a nivel local, donde todos y todas las personas puedan participar y contribuir en igualdad de condiciones.

 

En el marco del 8 de Marzo, Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres, hacemos un llamado a visibilizar el papel que juegan las mujeres en la transición hacia ciudades sostenibles y en la construcción de redes comunitarias vivas, que como en el caso de las lideresas en la gestión local del agua, a pesar de las brechas existentes han tejido redes y estrategias para ampliar oportunidades para si mismas y otras mujeres, y posicionar ante la institucionalidad y otros actores locales competente las acciones que quedan pendientes para avanzar hacia  una gestión ambiental que garantice condiciones para la igualdad de género.