De basurero a cielo abierto a espacio público que promueve la movilidad activa, la convivencia, la conservación de la biodiversidad y el disfrute de la naturaleza: La Sabanita

Miriam Miranda Quirós

La Sabanita, ubicada en la urbanización La Guapil de San Felipe, Alajuelita, se ha convertido en un modelo de recuperación de espacios públicos que fomenta la sana convivencia y la movilidad activa. Gracias al esfuerzo conjunto entre el gobierno local, El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización para Estudios Tropicales (OET), la Universidad Nacional, la Asociación de Desarrollo Comunal, el Corredor Biológico Interurbano del Río María Aguilar, inauguraron y entregaron a la comunidad la primera etapa de este hermoso espacio público: La Sabanita, fiesta vivida el día 1 de marzo 2024.
La segunda etapa corresponde al sistema de saneamiento de aguas residuales y pluviales que desfogará las aguas tratadas al río Tiribí. Para ello, el proyecto dispone del aporte económico de PNUD/OET y la Fundación CRUSA; a la fecha se está en proceso de permisos en AyA, Ministerio de Salud, MIVAH e INVU, esperamos iniciar esta etapa muy pronto.
La transformación de un basurero a cielo abierto en un sitio verde, inclusivo y seguro es un ejemplo de cómo las alianzas público-privadas pueden transformar espacios en abandono en áreas recreativas que benefician a niños, jóvenes y adultos, promoviendo la convivencia y el bienestar en un área caracterizada por la alta densidad poblacional y la vulnerabilidad.
La instalación de senderos permeables, cancha multiuso, cancha futbol, mobiliario urbano, huerta comunitaria con su respectiva cosecha de agua, parque para mascotas, zonas de juegos infantiles y áreas verdes para la práctica de ejercicio al aire libre, promueve hábitos saludables y combate el sedentarismo – elementos sumamente necesarios y urgentes para las poblaciones urbanas –. Para los niños, jóvenes y adultos, contar con un espacio seguro para jugar y moverse libremente es fundamental para su desarrollo físico, mental y social. Además, la conexión con la naturaleza y la actividad física contribuyen a reducir el estrés, mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los lazos comunitarios.
Para los niños, jóvenes y adultos, contar con un espacio seguro para jugar y moverse libremente es fundamental para su desarrollo físico, mental y social.
Paralelo a la rehabilitación del sitio para la convivencia social y movilidad activa se trabajó en el mejoramiento ecológico urbano de las 3 hectáreas de terrenos inmediatos al cauce del río Tiribí; el área inmediata a la ribera del río posee un bosque secundario en regeneración. Mediante los proyectos Paisajes productivos, Transición a una economía verde urbana (TEVU) e Interlace de la UNA, se trabajó primero en un diseño de sitio de forma participativa e inclusiva. Luego los técnicos definieron donde y con qué especies nativas reforestar. Se realizaron varias jornadas limpieza para lograr reforestar el sitio, en su conjunto, alrededor de 900 personas voluntarias, mayoritariamente de la UNA, participaron plantando árboles, arbustos y plantas polinizadores para la restauración de la biodiversidad mediante el reverdecimiento y mejoramiento de los suelos.
La restauración ecológica urbana a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza es una experiencia innovadora a nivel nacional que pretende mejorar las condiciones de vida de la población. El mejoramiento ecológico realizado en la Sabanita, la Guápil tiene como base los principios para la rehabilitación ecológica establecidos por Naciones Unidas para guiar el trabajo en esta temática en la década 2021-2030. Estos principios fueron instituidos como un elemento clave para coadyuvar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
De acuerdo con UNEP 2021 para cumplir con los ODS es necesario trabajar en dos vías: a). Detener la degradación de los ecosistemas b). Rehabilitación masiva y profunda de los espacios degradados. La rehabilitación de ecosistemas es un elemento clave para el desarrollo sostenible porque implica beneficios sociales, económicos, culturales y ecológicos que se traducen en calidad de vida y bienestar para la población. De acuerdo con UNEP 2021 por cada dólar gastado en la restauración cabe esperar entre 3 y 75 dólares de beneficiose económicos en forma de bienes y servicios de los ecosistemas.
Todas las obras construidas para la rehabilitación del espacio se realizaron bajo los principios de la perspectiva de género, justicia restaurativa y derechos humanos. El Decenio de las Naciones Unidas 2021-2030 visualiza un mundo en el que se haya rehabilitado la relación entre el ser humano y la naturaleza, donde existan más de los ecosistemas saludables y se haya detenido su pérdida, fragmentación y degradación; todo esto como elementos determinantes de la salud y el bienestar de los seres vivos del planeta, así como de las futuras generaciones. El mejoramiento de los paisajes urbanos es una efectiva herramienta para la conservación de la biodiversidad en conjunto con el desarrollo de capacidades colectivas para impulsar el “estar bien” a nivel de comunidad y sociedad.