Las heces nuestras de cada día. El próximo negocio redondo
En Costa Rica cada día se producen más de novecientos mil metros cúbicos de aguas residuales, el equivalente a llenar 300 piscinas olímpicas…de heces y otros residuos.
De esta enorme cantidad de aguas residuales, sólo el 14% recibe tratamiento antes de terminar en nuestros ríos, según datos de la Política Nacional de Saneamiento de Aguas Residuales o PNSAR.
En dicha política pública, se reconoce el enorme problema que significa para el país tratar adecuadamente sus aguas residuales, que son parte del ciclo natural del agua y del acceso al agua potable y su función primordial en la salud pública.
El rezago en el alcantarillado sanitario y en la conexión de hogares, comercios y oficinas, se ha intentado paliar con el uso del tradicional tanque séptico, aunque tal solución no garantiza el correcto tratamiento ni evita la afectación al ambiente.
Entonces, ¿nos tiramos a nadar en la piscina?
En el cantón central de Alajuela nos encontramos con un proyecto piloto que, literalmente, se tiró en la piscina de residuos para, de una vez por todas, romper el ciclo pernicioso del agua sucia.

Este es el punto de arranque, aquí se recolectan las aguas servidas de aproximadamente 21 mil hogares alajuelenses.
El jefe del Departamento de Saneamiento de la Municipalidad de Alajuela, Francisco Apízar, nos llevó por un recorrido de este sueño, porque sí, tratar aguas residuales en Costa Rica es un gran sueño y una deuda país.
La planta actualmente tiene capacidad de recibir 5 mil metros cúbicos diarios, los cuales pasan por procesos físicos y bioquímicos para deshacerse de los contaminantes vertidos en estas aguas.

Aquí las aguas reciben su primer “baño” de productos especiales para su descontaminación.

Los lodos son procesados e inyectados con oxígeno para que las bacterias hagan su trabajo descomponiendo el material orgánico. Acá uno podría pensar que el olor es insoportable, pero la realidad es que es mínimo y las normas de seguridad son altísimas.

En estas “piscinas” se continúa con el proceso, ya separados los lodos, el agua sigue su camino a la descontaminación.
¿Negocio redondo?
¿Quién diría que de las heces se lograría sacar dinero?, suena extraño, ¿cierto? Pues no tanto.
Una vez que las aguas están aptas sirven para riego de cultivos y otros usos del agua donde no es necesario utilizar agua potable.
Y aquí está el secreto:

Y no solo eso, este plan piloto tiene la capacidad de gestionar un modelo de negocio de economía verde, en el que las casas o edificios que no puedan conectarse a los sistemas de alcantarillado sanitario, puedan asegurarse que los servicios de limpieza de tanques sépticos sea segura, y que los lodos no terminen en ríos, montañas o en sitios vulnerables.

Los lodos reciben un tratamiento previo para hacerlos adecuados para abonar plantas y árboles.

Y vos qué opinás, ¿nos tiramos al agua?
Para saber más sobre reusos de aguas residuales: http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?nValor1=1&nValor2=59524